Los drones están prohibidos en marruecos
Marruecos es un país maravilloso. Si quieres disfrutar al máximo tu viaje, tienes que saber lo que puedes hacer y lo que no. Hoy día llevar un dron es muy común: Pero en Marruecos es un problema. Léete mi historia y no cometas el mismo error que yo!
Sí, me han detenido por tener un dron en Marruecos.
Quieres saber cómo y por qué?
El uso indiscriminado de los drones empezó casi en paralelo a su aparición. La reacción casi inmediata de las autoridades ha sido muy dispar dependiendo de cada país, aunque todos tienen algo en común: restringen cada vez más su uso.
Y Marruecos no es una excepción!
Léete este artículo si vas a viajar a Marruecos o si tienes previsto viajar con tu dron a un país y no compruebas si los admiten… o no!
Aduana Marroquí
Como cualquier otro país, Marruecos tiene su aduana, tanto si entras por tierra o por un aeropuerto.
Para la mayor parte de la gente que lo visita (es mi caso también), el puerto de entrada es el de Tánger. La mecánica es bien fácil: básicamente, se carga el coche en el ferry que sale de Algeciras (España) y al cabo de 1 hora desembarcas en el lado marroquí.
En el barco hay un par de gendarmes marroquíes que procesan el visado de entrada para ahorrar tiempo de espera en la aduana. Una vez sales por la rampa del ferry, te para un policía para pedirte el pasaporte, lo comprueba y vas conduciendo por dentro del puerto hasta la aduana. Hasta ahí, todo fue bien.
Donde Empezaron A Torcerse Las Cosas
La aduana es una especie de peaje cubierto con plazas de aparcamiento. En mi caso me tocó un policía de paisano que me pidió que abriera el maletero de mi Toyota Land Cruiser: como iba un mes, lo tenía cargado hasta los topes de comida, tienda de campaña, sacos de dormir, equipo de fotografía y un largo etcétera.
Y este fue el principio del lío:
Policía (P): Llevas armas?
Alejandro (A): No, solo vengo de vacaciones.
P: Que bien. Donde vas?
A: Hasta Sidi Ifni (añado: nunca, nunca, digas que vas a ir al Sáhara porque te van a mirar todo con lupa!)
P: Llevas un dron?
A: (me salió el venazo sincero) Sí, espera que te lo enseño.
Saqué el maletín del Karma y lo abrí, mostrando el dron, el cabezal, la cámara y el estabilizador. El policía puso los ojos como platos.
P: Sabes que eso no lo puedes entrar en Marruecos?
A: Mmmmm, pues no… Consulté la web de la aduana marroquí antes de salir de España y no ponía nada de drones.
Después de una charla «amigable», el policía sacó su móvil y empezó a sacar fotos y a enviarlas por Whatssap, indicándome que tenía que esperar un rato.
Al cabo de más de 1 hora, me llevaron a un garito para dejar el dron en depósito. Un policía taciturno me dijo el típico «no problema amigo» (que no me dio buena espina, la verdad) y me entregó mi copia del depósito con las instrucciones para reclamarlo a mi salida de Marruecos.
Y aquí es cuando se empezó a fastidiar la cosa de verdad.
«Has Cometido Un Delito». Me Detienen!
De vuelta al coche, la gente de la aduana me indicaron que tenía que aparcarlo delante del edificio de la aduana. «Aquí molesta señor, y hay que hacer un trámite más».
Así que, con el coche aparcado, abrí las puertas de par en par y me puse a ojear la ruta que habíamos planificado con mi mujer en la guía de viajes hasta que vi que una furgoneta de la «Sureté du Maroc» aparcaba a mi lado.
Por el espejo retrovisor vi que se me acercaron 3 agentes (de paisano y no precisamente enclenques), con pistola en la sobaquera (tipo Harry El Sucio) y gafas de sol. Elementos que bien podrían operar para la mafia calabresa, vamos.
Agente de Paisano (AP): Hola, cual es tu nombre?
Alejandro (A): Alejandro P.
AP: Que ibas a hacer con un dron en Marruecos? Sabes que está prohibido?
A: Le he dicho a tu compañero que no, no lo sabía… […]
AP: Hemos de ir a un juez, estás detenido. Somos policía antiterrorista amigo.
WTF! Empecé a tener miedo de que me llevaran no se sabe donde para hacerme no se sabe qué…
A: Pero… vamos a salir del puerto? Mi mujer tiene que venir también?
AP: No, la señora puede quedarse aquí. Es dentro de puerto.
Me quedé más tranquilo. Le dije a mi pareja, Alicja, que volvería en una hora y que no se preocupara (lógicamente se quedó preocupada, para que te voy a engañar). De hecho, por los nervios, me llevé la llave del coche!
Me metieron en una furgoneta tipo Ford Transit, destartalada y sin ventanas, con dos bancos laterales con uno de los agentes delante mío, siempre con sus gafas de sol.
Bajé la vista y vi que en el suelo sucio de la furgo había un charco seco de sangre. «Empezamos bien», pensé. Estaba ACOJONADO.
Empezamos a circular por dentro del puerto de Tanger-Med. Paramos para recoger a una señora (luego supe que, aparentemente, había intentado vender su pasaporte en la misma aduana) que no paraba de llorar.
AP: De donde eres?
A: Soy de Barcelona… la conoces?
AP: Ah Barcelona… buen pescado!
Cuando empecé darme cuenta de que todo era jodidamente surrealista, paramos delante de una instalación super moderna, de dos pisos, tipo bunker. «Aquí es donde me van a dar de ostias», pensé.
Dentro del edificio, me metieron en un despacho. Todo era moderno… excepto los ceniceros llenos de colillas y ceniza, cuadros con Mohammed VI cubriendo todas las paredes, alguna que otra pistola desenfundada encima del escritorio y agentes escribiendo en sus PCs con los dos dedos índices (como en primero de mecanografía!) a un ritmo más que relajado.
Alejandro Haciendo El Payaso. El Futbol Me Salva
AP: Que ibas a hacer con el dron en Marruecos?
A: Me encanta la fotografía. Con el dron hago fotografías que no puedo realizar a pie de calle…
AP: Donde compraste este dron profesional? Que ibas a «fotografar»? Cual es tu trabajo?
Mentí. Directamente.
A: Lo compré de segunda mano en Nueva York (lo de Nueva York es cierto) por muy poco dinero… no es profesional y no sirve para realizar fotografías de detalle; solo panorámicas, del desierto por ejemplo. Yo me dedico al mundo de las ventas. Nadie me paga por las fotos.
AP: Amigo… en Marruecos solo posible dron si autoriza Ministro del Interior. Tenemos reglas que hay que respetar. Entiendes?
A: Entiendo, sí. En Barcelona y España están permitidos.
AP: Yo fui policía en el barco que va de Barcelona a Nador. Muy bonita Barcelona… Donde vives?
A: Al lado del estadio del FC Barcelona.
Salvación! En Marruecos, puedes tener dos certezas: una, su rey es sagrado. Dos, medio país es fan del Barça y el otro medio del Real Madrid.
En estos momentos, el agente ya se había sentado a mi lado, me había ofrecido un té y varios compañeros suyos se habían acercado a debatir con nosotros quien iba a ganar la Liga o quién era el mejor medio centro y delantero en España. Les enseñé en Google Maps donde vivo en Barcelona y cómo (aunque fuera mentira), Alicja y yo nos sentábamos en el balcón y oíamos cuando marcaba gol el Barça.
AP: Me encantaba Barcelona…iba a Boqueria (un mercado en el centro de la ciudad) y compraba pescado. Buenísimo!
A: Mi abuela vivía al lado y también iba a comprar allí…
AP: Los extranjeros teneis que respetar leyes de país…
Me hice el arrepentido. «Lo sé y lo siento… En la web de la aduana no pone nada de drones, aunque debería de haber comprobado por otras vías sí podía utilizar un dron en Marruecos».
AP: […] Vas a tener que hacer una declaración y luego podrás continuar tu viaje.
Aleluya!
Lo que siguió luego fue una toma de datos (larga y tediosa!) por parte de un policía durante casi una hora. Lograron imprimir 5 copias, en árabe, para que las firmara.
AP: No te preocupes, solo es una declaración. No malo. Firma y después podrás irte.
Hice lo que nunca tiene que hacerse: harto de esperar, de hacer el payaso para rebajar la tensión, de tratar de «coleguita» a un tío que podía darme de ostias sin que nadie se enterara, firmé los documentos sin tener ni puñetera idea de lo que firmaba, mientras oía, en la habitación de al lado, como un par de agentes más le chillaban a la señora (que no dejaba de llorar) que me había acompañado en la furgo.
AP: Es mala ciudadana, entiendes? Intentó vender su pasaporte a un inmigrante ilegal que quería entrar en Marruecos («alucinante», pensé! esta gente también recibe inmigración ilegal). Vamos a llevarla a Castillejos (el pueblo marroquí al otro lado de Ceuta) y dejarla con la policía judicial.
No voy a entretenerte más: hicimos de vuelta el mismo camino a la inversa hacia la aduana otra vez. El agente me deseó buen viaje, me recomendó que visitara Essaouira y me dijo que el Barça ganaría la Liga.
Después de casi 3 horas, me encontré con Alicja acojonada en el coche. Me abrazó y pudimos irnos de la aduana, salimos del puerto y cogimos la autopista en dirección a Casablanca.
Recuperé el dron?
La respuesta rápida es que NO.
Como sabéis, el Karma se suministraba con una GoPro Hero 6 que se puede utilizar con su estabilizador. Cuando dejé el dron en la aduana, me aseguré de quedarme con las baterías, el estabilizador, el cabezal y la cámara.
O sea: solo dejé el «fuselaje», las hélices y la maleta.
Te lo resumo: al cabo de un mes, cuando volví a pasar por la aduana de vuelta a España (sobre las 7.30 de la mañana) un gendarme, convenientemente soñoliento me dijo que esas no eran horas para reclamar nada.
Harto de situaciones kafkianas, cabreado y sin pensar mucho, le dije «amablemente» que se metiera el dron por el **lo (da gracias que no entendía nada de español) con una sonrisa en la boca.
Moraleja de la Historia
Espero que te haya entretenido mi experiencia. Pero que, sobre todo, te sirva para algo!
Todos los países no occidentales o no totalmente «desarrollados», todos!, tengan o no legislación sobre uso de drones, van a mirarte mal sí despegas un dron de 100 Euros en medio de la nada.
Sin embargo yo he volado un dron en el East River State Park en Brooklyn (NY) medio acojonado porque pasaba gente cerca y porque miraba de reojo, si algún policía quería comprobar que no quería estrellarlo con una «carga explosiva» al otro lado del río, en Manhattan. Pero no pasó nada!
Quieres viajar con tu dron y disfrutarlo de forma segura?
Infórmate antes de ir a tu destino y, en cualquier caso, piensa con la cabeza. En la mayor parte del mundo, dron es igual a espiar, violación de intimidad y problemas. Asegúrate que nadie te ve, actúa con discreción y ten siempre una historia a mano para poder explicar al policía de turno!