CHILOÉ ES LA ISLA MÁS GRANDE DE TODA AMÉRICA DEL SUR.
Si me hubierais preguntado sobre Chiloé antes de haberla visitado, solo hubiera atinado a decir que es una isla de Chile (asociación de ideas, obviamente!) y poco más. Primer hubiera divagado un poco para disimular. Y luego, me habría acordado que, de niño, a pesar de repasar con el dedo índice la costa chilena en un mapa que tenía en la clase de Geografía, nunca llegábamos tanto al sur.
Mis recuerdos de nuestra experiencia chilota están envueltos en el mismo velo que cubre los misterios que esconde esta isla: mitos del bosque y del mar, Trauco y Caleuche en el imaginario popular de los chilotes… hacen que Chiloé sea un universo paralelo al del resto de Chile (pasa algo parecido en la provincia de Magallanes).
Os seré sinceros: Chiloé no es el sitio que más me entusiasmó de Chile. Pero es uno de los que más me sorprendieron.
Dice la leyenda que hace miles de años, los hombres, los animales y las plantas vivían en el fondo del mar al amparo de Cai-Cai Vilú. Un día que el espíritu de las aguas se quedó dormido, los hombres subieron y, al descubrir la tierra, decidieron irse a vivir en ella. Cuando despertó, Cai-Cai Vilú intentó ahogarlos subiendo el nivel del mar, pero Ten-Ten Vilú, el caballo culebra de la tierra, elevó a su vez el suelo para protegerlos en una lucha que dio lugar a la formación de Chiloé.
Como Llegar Y Cómo Moverse En Chiloé
La mayor parte de los viajeros, llegan a Chiloé desde Puerto Montt mediante transporte público o con coche alquilado. El transporte público para llegar a Chiloé y para moverse por allí es escaso: optad por el si no os podéis permitir alquilar un coche o si tenéis tiempo (y paciencia) ilimitado.
Puerto Montt no tiene mayor gracia (ni mayor encanto) que el ser la puerta de entrada de 3 maravillas:
- Chiloé
- Carretera Austral
- Puerto de salida de varios cruceros hacia la Patagonia chilena.
Lo más práctico es hacer una «parada técnica» en Puerto Montt y alquilar un coche. En nuestro caso, optamos por el más pequeño y el más barato para recorrer durante 4 días toda la Isla Grande de Chiloé. Todo ello por un módico precio de 40 Eur. (unos $47 USD) por día.
Desde nuestro punto de vista, no es necesario alquilar un todoterreno: en Chiloé hay pistas de tierra o ripio, pero están bien mantenidas y son perfectamente seguras.
El trayecto de Puerto Montt a Ancud es de aproximadamente unos 100 kilómetros, casi todos ellos de autopista de pago (1850 CLP o 2,5 Eur.) hasta llegar a Pargua. En Pargua se toma un ferry (salen cada 45 minutos) por 12.000 CLP ( unos 16,5 Eur.) que nos deja en la orilla chilota de Chacao.
Por cierto, para todos los que lleguéis a Chile via Santiago: podéis ir a Puerto Montt con bus (por favor, haced una parada en Pucon y sobre todo, en Osorno). Si os queréis ahorrar más de 1000 kilómetros en bus, buscad un vuelo porque si se busca con antelación, hay buenas ofertas.
La Mejor Época Del Año Para Ir A Chiloé
Hay una cosa que no falta en Chiloé: Agua! Y no, no me refiero a la que rodea la isla, sino la que cae del cielo. Los inviernos son fríos y la temperatura media anual se sitúa en torno a los 11 ºC.
Realmente evitar la lluvia es una cuestión de lotería pura y dura y, lo más probable, es que os toquen días de todo tipo.
A nosotros nos recordó mucho el tiempo de Galicia en España o el de Brighton en el sur de Inglaterra.
Visitar Chiloé: Plan De Exploración
Chiloé cambia mucho, dependiendo si el sol se ha dignado en aparecer o si las nubes son, como en la mayor parte del año, omnipresentes. La llegada al embarcadero de Pargua, no tiene ni gracia ni mayor misterio: se saca el coche por la rampa de amarre y listo!
El pasado de Chiloé es tan convulso como el resto de la invasión española en el continente sudamericano hasta mediados del S. XIX cuando los invasores fueron expulsados y Chile inició su andadura en solitario. De todos modos, los españoles, dejaron una perla que todavía sobrevive hoy día: Chiloé es conocido por tener más de 100 iglesias de madera, de las cuales, más de una docena están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO).
Así que nos lanzamos al descubrimiento de ellas! Creedme: valen mucho la pena. Recuerdan a las misiones de Chiquitania en Bolivia. Fueron todas hechas de madera por monjes jesuitas y franciscanos españoles obsesionados por la conversión al cristianismo del nuevo mundo.
A pesar de todos los envites sufridos en su historia, los chilotes son orgullosos herederos de sus tradiciones: tienen una delicia de plato que se llama Curanto o los Palafitos, casas sobre el agua únicas en Chile. Que podemos ver en la isla?
Iglesias De Chiloé: Las Joyas Escondidas Del Norte De La Isla
Chiloé tiene una parte norte, una parte central y una parte sur. Es de perogrullo, lo sé. La parte sur está «ocupada» por el espectacular y archi mega caro Parque Tantauco. El parque, abierto al público (la entrada es gratuita) es espectacular. Acceder a el es complejo: por el norte, carretera de ripio; por el sur, acceso marítimo. Los alojamientos en el parque son cuidados y caros. Nosotros no lo visitamos, por desgracia.
Lo más común es llegar a Chiloé en coche por el norte, en Pargua. La mayor parte de los viajeros se acercan a Ancud, aunque nosotros nos lanzamos de cabeza a realizar la ruta para ir descubriendo sus famosas iglesias de madera.
Las hay en toda la isla, aunque la mayor parte de ellas están en la parte central (más o menos alrededor de Castro) y en los islotes de la parte este de la isla (por eso Chiloé también se la conoce como Isla Grande).
Los Palafitos De Chiloé
La tradición marinera de Chiloé, obliga a sus habitantes a convivir con el ciclo de mareas. Los Palafitos, son construcciones cimentadas en pilones de madera clavados en el fondo para elevar las casas sobre el agua.
Los palafitos se encuentran en toda la isla, aunque es en Castro donde hay el mayor número de ellos.
Parque Nacional Chiloé
El Parque Nacional Chiloé está ubicado en la costa oeste, en la parte central de la isla.
Principalmente está formado por un bosque denso de árboles verdes, arbustos y planta trepadoras. Tiene zonas con turberas y algo de bosque atlántico. El parque es inmenso pero lo más fácil de hacer es quedarse en el camping que está justo en la entrada del parque, al lado de Cucao.
Desde ahí, hay dos paseos, uno por el litoral marítimo y otro (espectacular!) por una parte de Selva Valdiviana que son superfáciles y muy, muy bonitos.
Hay otros senderos para hacer. El más famoso es el de 25 kilómetros que bordea la costa, pasa por el lago Huelde y llega hasta el río Cole. Reservaos 6 horas para realizarlo (solo ida!).
Si queréis más información, preguntadle al guardaparques de CONAF, justo en la entrada del mismo, al lado del parking.
Parque Tepuhueico (Muelle de las Almas)
El Muelle de las Almas es mitad obra de arte, mitad leyenda. La leyenda dice que cuando una persona muere su espíritu debe venir hasta esta zona y llamar a Tempilkawe (el balsero). El espíritu debe pagar este trayecto con piedras preciosas, que se encuentran en la playa de Rahue, pulidas por la erosión del mar y el viento.
La obra de arte es la rampa construida a modo de muelle y la tabla que explica la leyenda. La verdad es que vale la pena sentarse en su borde: delante se divisa el Pacífico y un islote donde se pueden ver aves y lobos marinos.
Cómo se llega a él? Desde Cucao es un paseo exigente. La mayor parte de la gente se acerca en coche y lo deja aparcado en la entrada del parque (pequeño pago mediante…). La zona del puente de las almas, está dentro de una propiedad privada, por lo que hay que pagar 1500 CLP por cabeza.
El recorrido desde el parking del coche hasta el puente no es duro. Hay alguna que otra subida exigente pero es accesible para todo el mundo.
Ancud y el Monumento Natural Islotes de Puñihuil
Honestamente, Castro, Cucao o Ancud, no son ciudades (pequeñas) o pueblos con un excesivo encanto. No nos transmitieron mucho. La mayor parte de los edificios en Chiloé son de madera, con refuerzos de metal en el techo para afrontar las lluvias que azotan la isla todo el año.
Nos pareció que, aunque los chilotes son muy amables y acogedores, sus pueblos transmiten cierta tristeza… opinión personal! Pero, lo que hay entre ellos es tan espectacular como la foto de arriba.
Por eso, en Ancud nos limitamos a repostar, comer algo, y lanzarnos a explorar la Pensínsula de Lacuy (está justo a la izquierda de Ancud, en el Pacífico) y visitar la pingüinera de Puñihuil.
Visitar la pingüinera es muy fácil: Cuando llegamos a la playa (hay indicaciones desde Ancud), veréis hasta tres empresas distintas con lanchas rápidas que acercan a las pingüineras. El tour dura unos 30 minutos con guías que explican las diferencias entre las diversas clases de pingüinos por unos 15 Euros por viaje.
La Pensínsula de Lacuy está muy poco poblada. Que merece la pena de ella? Acercaos a la playa norte para pasar la noche, mirad las estrellas y jurad amor eterno a vuestra pareja! 🙂
¿Donde dormir?
Nuestro plan de viaje era claro: ir a Chiloé a nuestro aire sin transporte público y ahorrarnos el alojamiento durmiendo en tienda de campaña 🙂 Buen plan, no?
Sin más disquisiciones, nos compramos una tienda de campaña por 50 Eur. en Santiago de Chile y utilizamos por primera vez, en este país, los sacos y esterillas que fuimos arrastrando por toda Suramérica.
Tenéis campings en Ancud, Castro y Cucao. Si plantáis la tienda en la playa no os dirán nada. Consejo: Chiloé, como el resto de Chile, es su mayor parte, propiedad privada (y vallada). No os metáis dentro de una de ellas si no queréis tener un problema con la gendarmería.
A nosotros nos cazaron durmiendo una noche en el coche al lado de la carretera. Bastó una sonrisa de oreja a oreja y decir «señor oficial» para que la pareja de gendarmes nos dieran las buenas noches.
Si soy más comodones que nosotros, o tenéis un presupuesto más decente del que tuvimos nosotros, lo mejor es buscar un hostal. Chiloé no es un sitio barato, pero por 40-50 Eur podéis pasar la noche decentemente.
Resumiendo… El dream list para hacer en Chiloé es:
- Visitar las iglesias (al menos, algunas) de madera, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
- Visitar el Monumento Natural Islotes de Puñihuil para divisar pingüinos Magallánicos y de Humboldt.
- Degustar un plato de Curanto en una cocinería. Si os gusta la patata, la carne y el marisco os encantará. Comida fuerte!
- Si vuestro bolsillo os lo permite, realizar un trekking en el Parque Tantauco de una semana. Gastad otra de relax en uno de sus «modestos» albergues.
- Adentraos en el interior del Parque Nacional Chiloé y tener vuestra aventura en sus impenetrables bosques.
- Os gusta el kayak? Acercaos al río Chepu, navegad por su cauce y comprobad el misticismo del lugar.